El Amor
después de los 65 años
La capacidad de amar y la capacidad de ser amados son las
dos condiciones básicas de la calidad de vida del adulto mayor.
Las estadísticas son
muy claras, y establece que la mujer enviuda con mayor frecuencia que el varón,
lo que implica que tanto en términos absolutos como relativos, hay más mujeres
adultas mayores en estado de viudez que varones. Y estos últimos se casan rápidamente,
pareciera que toleran menos la viudez que las mujeres, además de tener una
oferta mayor para componer una nueva pareja. Los Clubes de mayores suelen ser
un ejemplo claro: la participación femenina es todavía mayor que 4 a 1 y suele
llegar a cifras como de 30 a 1 y 50 a 1.
Por tanto, en el amor
otoñal (en las personas adultas mayores) pueden darse situaciones muy variadas,
ya que hay una radical diferencia entre un adulto mayor y otro, si está casado
o viudo o divorciado o separado o soltero. El amor entre adultos mayores,
comprende tantas variables posibles como en la juventud, pero señalaremos
algunas variables típicas de esta época de la vida:
El enamoramiento en
la tercera edad
Los cambios que produce el enamoramiento en una persona
pueden obedecer a la presencia de sustancias químicas.
Del varón y la mujer
adultos mayores se espera sensatez, mesura, realismo, serenidad, de acuerdo a
los estereotipos vigentes en todas las épocas. Por tanto, el adulto mayor no
tiene permiso para enamorarse, según sus hijos, nietos y amigos, y según la
sociedad. Enamorarse estaría fuera de lugar. Esta fuerte tradición cultural se
ha modificado, por suerte. Ha desaparecido la gerontofilia como desviación
sexual, así como la sospecha de que todo anciano varón sobre todo, es más
proclive a las parafilias y abusos de niños. Se reconoce que hay adultos
mayores de ambos sexos, atractivos, seductores, amables.
Los amores secretos y
unipolares, unilaterales, no son raros sin embargo, a esta edad, y suelen
llenar los días y las fantasías de las personas mayores, que pueden transformar
en amistades sus amores inconfesos o imposibles. Porque su amor heterosexual se
deposita sobre una persona casada o comprometida.
Los matrimonios que
sobreviven
Aunque parezca mentira, en los albores del siglo XXI hay
personas que se han casado una sola vez y siguen juntos luego de 30, 40, 50 y
más años de matrimonio.
De alguna manera, el
amor otoñal en cada tipo de las parejas mencionadas adquiere formas diversas:
más afectuosa, más amistosa, más sexual, más tierna, más refinada, más
espaciada, más profunda, más romántica. Pero por sobre todas las cosas, aunque
pueda parecer insípido, el amor otoñal es realista, acepta las arrugas del
otro, la sordera, las pequeñas manías, las depresiones peculiares, los gustos y
preferencias, así como el manejo del dinero cada vez más restrictivo, incluso
las infidelidades del pasado son finalmente elaboradas cuando existieron.
Según estadísticas,
50% de las parejas que no son interrumpidas por la viudez, envejecen juntas sin
problemas. La otra mitad convive en medio de un infierno pequeño, mediano o
grande, con diversos grados de separación y divorcio, bajo el mismo o diferente
techo. Una crisis matrimonial frecuente es la provocada por el llamado 'nido vacío'
cuando los hijos ya adultos se van de la casa para formar un nuevo hogar,
casados, unidos o por independizarse.
La nueva realidad es
la situación del "nido relleno", cuando los hijos divorciados,
separados o incapaces de financiar su independencia, vuelven al hogar paterno
que ya se reorganizó para procesar la ausencia de hijos, y ahora debe
reestructurarse, no solo social sino económicamente, lo que no es poco.
Sexualidad en la
tercera edad
Por último, la sexualidad de la pareja otoñal puede
expresase en toda su plenitud. Hay nuevos paradigmas para el amor y la
sexualidad del adulto mayor.
En el aspecto sexual
la mujer ha logrado su orgasmo gracias a los conocimientos de sus zonas
erógenas y las técnicas de estimulación y autoestimulación, que pueden ser
compartidas con sus parejas jóvenes o viejas, nuevas o antiguas. Además de la
sustitución hormonal y los geles lubricantes, la mujer madura debe conservar,
recuperar o desarrollar su poder de seducción como una cualidad social más. Y
muchas lo han hecho siempre. Son las adultas mayores del grupo que se casan una
y otra vez, cuando sus maridos abandonan este mundo. En los grupos de adultos
mayores se sabe quienes son: "se casan siempre las mismas", se quejan
con envidia las mujeres mayores más tímidas.
Los varones pasaron
de los 'brebajes del amor' y el rejuvenecimiento que cazaba incautos con
pretensiones mayores a sus fuerzas, a las hormonas que eran eficaces sólo en
caso de climaterio masculino comprobado, pasando por nutrientes y estimulantes
generales, las prótesis peneanas cada vez más sofisticadas y aun vigentes para
algunos casos de disfunción eréctil irreversible, hasta el citrato del
sildenafil, la pastilla azul que en dos años cambió la cara de los desahuciados
sexuales, para recuperar el falo rígido y llegamos al clorhidrato de apomorfina
que facilita el ya establecido reflejo erectivo por estimulación directa del
glande, eficaz en todas las edades, pero específica de las parejas adultas
mayores desde hace décadas.
Fuente: Síntesis publicada en salud180.com del artículo
"Amor otoñal", publicado en Red Latinoamericana de Gerontología, escrito por el Dr. Andrés Flores Colombino; Médico especialista en Psiquiatría,
Geriatría-Gerontología y Sexología Clínica. Miembro del Consejo Asesor y del
Comité Científico de la Asociación Mundial de Sexología (WAS). Vicepresidente
2º del Comité Ejecutivo de la Federación Latinoamericana de Sociedades de
Sexología y educación sexual (FLASSES).
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