sábado, 1 de noviembre de 2014

Durmiendo con el enemigo. Violencia hacia la mujer por su pareja en México.

Autor: Carlos Canché

Era 1991 cuando la actriz Julia Roberts estrenaba la película Durmiendo con el enemigo (Sleeping with de Enemy,  Dir. Joseph Ruben) donde a manera de película de suspenso se retrataba la vida de Laura Burney, víctima de abuso de su propio esposo al grado de tener que fingir su propia muerte para escapar de su marido siendo esto último insuficiente pues finalmente la encuentra. Once años más tarde la cantante Jennifer López en su faceta como actriz, protagonizaría la película Nunca Más (Enough, Dir. Michael Apted) donde nuevamente una mujer es víctima de la violencia de su propio esposo, ante lo cual la mujer decide aprender a boxear para defenderse del hombre que eligió para vivir en pareja y que se convirtió en su verdugo.

Más recientemente la cadena Discovery estrenó en su canal dedicado a la mujer la serie ¿Con quién %&# me casé?, donde se dramatizan casos reales de mujeres que creen haber encontrado al hombre de sus sueños pero resulta que su vida se convierte en un verdadero infierno cuando descubren que el príncipe azul es en realidad el villano de la historia. 

El cine y la televisión se han dedicado a proyectar la violencia ejercida por los hombres hacia sus propias parejas, pero en estos casos la realidad siempre supera a la ficción y en una sociedad como la mexicana, pareciera que es el pan nuestro de cada día y a pesar de que se firmen acuerdos internacionales, en la práctica se hace muy poco al respecto.

La Organización de las Naciones Unidas decretó el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. En su mensaje el Secretario General Ban Ki-moon expresó: Acojo con beneplácito el coro de voces que piden que se ponga fin a la violencia que afecta a alrededor de una de cada tres mujeres a lo largo de su vida. Aplaudo a los dirigentes que están ayudando a promulgar leyes y a hacerlas cumplir, y a cambiar mentalidades. Rindo homenaje, además, a todos los héroes en el mundo que ayudan a las víctimas a sanar y a convertirse en agentes de cambio.

De acuerdo a las cifras de este organismo, la violencia contra la mujer sigue siendo una pandemia global. Hasta un 70% de las mujeres sufren violencia en su vida y en los Estados Unidos por ejemplo, el coste de la violencia doméstica supera los 5.800 millones de dólares anuales, de los que 4.100 millones corresponden a servicios médicos y sanitarios. A la vez, las pérdidas de productividad suponen cerca de 1.800 millones de dólares.

En nuestro país las cifras no son nada alentadoras. De acuerdo a un estudio llevado a cabo por el INEGI, de cada 100 mujeres en México, 47 reportan hechos de violencia por parte de su pareja, mientras que el 53 restante no mencionan este tipo de hechos durante los últimos 12 meses previos al estudio.

Se identifican las siguientes cuatro formas de violencia:

1. La emocional o psicológica, que comprende actos que atentan contra la psique de la mujer, como menosprecio, intimidación, humillación, etc.;

2. La económica, que son hechos encaminados a controlar los recursos económicos del hogar para presionar a la mujer, con acciones como amenazar con no aportar para los gastos domésticos, o criticar a la mujer por la forma en que administra tales gastos;

3. La violencia física, que afecta la integridad corporal de la mujer, como empujones, patadas, golpes, aventones, etc.; y

4. La violencia sexual, cuyo fin es la obtención de relaciones sexuales sin el consentimiento de la mujer.

Respecto a la anterior clasificación, que el mismo INEGI califica de arbitraria con fines netamente estadísticos y prácticos para el estudio, el organismo puntualiza lo siguiente: debe considerarse que por lo común las agresiones masculinas hacia su pareja son diversas, que violenta a través de distintos hechos, los que no se limitan a un solo tipo ni a una sola clase de violencia dela clasificación propuesta. Una mujer puede experimentar únicamente una clase de violencia, pero también dos o más a la vez.

De las mujeres violentadas, la agresión más común es la violencia emocional siendo esta la que permea para que se susciten otro tipo de hechos, posteriormente la violencia económica, seguida de la física y por último la sexual. Sin embargo la anterior categorización corresponde a los datos de mujeres que han sufrido más de un tipo de violencia por lo que para fines del estudio, se reportan los siguientes porcentajes de mujeres agredidas por tipo de violencia:

·         Violencia emocional únicamente: 29.5%
·         Violencia económica con emocional o solo económica: 40.6%
·         Violencia física con emocional y/o económica o solo física: 13.1%
·         Violencia sexual con uno o más de los tres tipos de violencia o solo sexual: 16.8%

El estudio encontró varios hechos considerados como violentos para cada una de estas cuatro categorías y además hizo la medición de dos aspectos importantes en cada una de estas manifestaciones de la violencia: la frecuencia con la que ocurren y la percepción valorativa que tienen las mujeres sobre estos hechos.

Violencia emocional

Entre los tipos de violencia emocional más mencionados se encuentran los siguientes hechos: Él le ha dejado de hablar (48.9%), Teniendo tiempo de ayudar, le ha dejado todas las tareas del hogar y la atención de los hijos (33.9%), Se ha enojado mucho porque no está listo el qué hacer, o cree que no cumplió con sus obligaciones (22.4%). La percepción valorativa para estos hechos para la mayoría de las entrevistadas es que No tiene importancia, seguida por un porcentaje menor que opina que es un hecho grave, siendo las menos las que los consideran muy grave, en cuanto a las amenazas de muerte  a ella o a los hijos o con armas, la mayoría coincide en que son hechos muy graves, aunque estos hechos de acuerdo al estudio son los de menor frecuencia.

Violencia económica

Los casos de violencia económica más comunes  son aquellos en donde Él le ha reclamado a ella cómo gasta el dinero (47.3%), Él le ha prohibido a ella trabajar o estudiar (35.8%), Aunque él tenga dinero ha sido codo o tacaño con los gastos de la casa (29.5%) y el hecho de que Él se ha gastado el dinero que se necesita para la casa (22.9%), siendo este último considerado como grave para la mayoría de las entrevistadas que ha sufrido este tipo de violencia en comparación con los otros que son considerados sin importancia.

Violencia física

Entre los hechos con mayor frecuencia donde la mujer ha sido violentada de manera física se hallaron los siguientes: La ha empujado o le ha jalado el pelo (73.9%), La ha golpeado con la mano o con algún objeto (51.1%), Él le ha aventado algún objeto (22.0 %), La ha pateado (17.3%). Aunque la mayoría de las mujeres considera estos hechos como graves o muy graves, algunas mujeres los consideran sin importancia.

Violencia sexual

Recordemos que la violencia sexual aunque es de los hechos violentos menos frecuentes siempre va acompañada de cualquiera de los otros tres tipos de violencia. Los hechos más reportados son: Él le ha exigido tener relaciones sexuales aunque ella no quiera (93.9%), Él la ha obligado a hacer actos sexuales que a ella no le parecen (31.5%) y Él ha usado su fuerza física para obligarla a tener relaciones sexuales (28.5%). Las mujeres que son víctimas de este tipo de violencia aunado a que han experimentado también alguno de los otros son más propensas a considerar cualquiera de estos hechos como grave o muy grave, aunque existan porcentajes muy mínimos que los consideran sin importancia que aunque no sean representativos para la muestra por el tipo de hecho el estudio los considera. Un 26.7% de estas mujeres han pensado en suicidarse.

Consideraciones finales

El estudio también revela que la mayoría de las mujeres (81%) no denuncia los hechos de violencia física o sexual, las que lo hacen acuden en su mayoría al ministerio público. Las mujeres reportan que después de la denuncia la relación mejoró (36.3%)  o que mejoró un poco (29.5%), pero otras reportan que siguió igual (20.3%), aunque un 23 % retiró la demanda o no siguió con los trámites. También es importante señalar que en promedio la mitad de las mujeres que sufren violencia no platican o piden ayuda sobre estos hechos mientras que la otra mitad si lo hace.

Lo cierto es que la violencia hacia la mujer es un hecho que en nuestro país viene acompañado de distintos factores entre los que se encuentran por un lado una sociedad tradicionalmente machista donde los roles para la mujer y el hombre están definidos como dedicada al hogar y los hijos y proveedor del ingreso económico respectivamente, trastocarlos o cambiarlos como ocurre en las últimas décadas intervienen en los hechos de violencia del hombre contra su propia pareja. Distintos hechos como la edad a la que se casan las mujeres o el número de hijos en la familia así como el nivel educativo y de ingresos, aunque no son la causa de los hechos de violencia confluyen para originarlos. Lo verdaderamente preocupante es que aunque existan los medios para denunciar este tipo de hechos, la mayoría de las mujeres no lo hace  y consideran que es mejor callarlo con la idea de que no volverán a ocurrir, vamos ni siquiera consideran pedir ayuda o platicarlo con amigos o familiares, peor aún  aquellas que no lo consideran un hecho grave.

En el marco del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, le invitamos a reflexionar sobre estos  hechos, sobre qué le estamos enseñando a nuestros hijos y cómo podemos ayudar a las mujeres cercanas a nuestro entorno que se encuentran inmersas en estos hechos para que den el primer paso: romper el silencio.

Fuentes:

Mujeres violentadas por su pareja en México, con base en la información que proporciona la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares, 2003 (ENDIREH), INGEI.

El estudio completo lo puede descargar en el siguiente vínculo:




Internet Movie Data Base www.imdb.com

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