Cuando se empieza a dar el pecho
al recién nacido, muchas madres tienen dudas de si lo están haciendo
correctamente. Esto genera mucha inseguridad y estrés a las recientes madres y,
en ocasiones, supone el principio del fin de la lactancia. Tener información
que permita detectar a las madres que lo están haciendo adecuadamente es
esencial para prevenir el fracaso de la misma.
Al inicio de la lactancia, muchas
madres tienen dudas sobre si están amamantando a sus bebés adecuadamente. La
falta de modelos culturales de los que aprender y la carencia de información
son los responsables de que muchas mujeres se sientan inseguras cuando
comienzan a dar el pecho a sus bebés.
Las preocupaciones más frecuentes
de las madres relacionadas con este tema son si sus bebés reciben todo el
alimento que necesitan, si ellas tienen suficiente leche o si su leche es de
buena calidad.
En muchas ocasiones, la creencia
errónea de que el bebé se queda con hambre, que ellas no producen suficiente
leche o que su leche es de baja calidad hace fracasar innecesariamente la
lactancia de muchas mujeres.
Por ello es importante que las
mujeres sepan detectar si están dando el pecho de manera adecuada. Así tomarán
seguridad, perderán el miedo y podrán desarrollar una lactancia feliz.
¿Cómo saber que el amamantamiento es correcto?
Para que la lactancia se
desarrolle con éxito, es fundamental que la madre confíe en sus capacidades
naturales y en las de su bebé para el amamantamiento.
Aun así, existen una serie de
signos observables que confirmarán a la madre que su bebé está alimentándose de
manera adecuada. Éstos son:
- El bebé emite sonidos de deglución que pueden oírse. Si la madre puede escucharlos, esto estará indicando que el bebé está tragando la leche.
- El bebé succiona de forma relajada, sin signos de ansiedad y se muestra tranquilo mientras está mamando.
- La madre percibe que sus pechos producen leche de manera constante, atendiendo a sensaciones de llenado y vacío de los pechos.
- El bebé recupera el peso que tenía al nacer en alrededor de los 10 días tras el nacimiento.
- El bebé emite entre dos y tres micciones diarias los primeros días y, después, en torno a seis.
- Tras haber expulsado el meconio, el bebé defeca alrededor de 4 ó 5 veces diarias o después de cada mamada. Las heces suelen ser amarillentas, verdosas o marrón y de consistencia semilíquida, grumosa o pastosa. Después de un mes, esto puede cambiar y comenzar hacer popó menos veces al día, a veces sólo una o, incluso, ninguna.
·
Los pezones y los pechos de la madre están
sanos.
·
El bebé se muestra activo y a gusto la mayor
parte del tiempo.
Autor: Mónica Serrano Muñoz
Fuente: http://www.elbebe.com/lactancia-materna/como-saber-si-se-esta-dando-pecho-correctamente
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