Aunque el enfoque respecto a la
educación de los hijos ha cambiado considerablemente durante estos últimos
años, con una tendencia hacia un ambiente más permisivo y menos autoritario, en
el cual el niño posee una mayor libertad, decirle “no” a tus hijos o hijas en
determinadas ocasiones sigue siendo fundamental para su correcta formación como
personas. A continuación, conoce cuatro de las razones por las que esto es
necesario.
1.
Fijar límites
Aunque el ser humano disfruta de
un amplio abanico de libertades y posibilidades, el mundo también está lleno de
limitaciones y de cosas que no podemos o no debemos hacer, por razones físicas,
legales, morales e incluso económicas. Descubrir y aceptar estas prohibiciones
nos permite desenvolvernos en nuestro ambiente de manera adecuada, sin traumas
y sin sorpresas.
En consecuencia, es fundamental
que el niño desde temprana edad se familiarice con la existencia de dichos
límites, pues de lo contrario puede hacerse daño físico o sufrir
psicológicamente, frustrándose al no poder obtener todo lo que quiera en el
futuro y sin comprender el por qué.
En la medida de lo posible, sin
embargo, es bueno que le des las razones por las cuales le estás negando alguna
petición, incluso si es por motivos económicos. Algunos padres tratan de
ocultar a sus niños que no son ricos, pensando que siendo chicos no entienden
de estas cosas. Lo cierto es que los pequeños son lo suficientemente
inteligentes, y entenderán perfectamente, sin traumas, que no puedas comprarle
algún juguete caro, por ejemplo.
2. Reforzar la autoridad de los padres
En este mismo sentido, la
existencia de una autoridad que impone determinadas normas y a la que debemos
respetar es necesaria para desarrollar hábitos de disciplina y establecer una
guía de conducta, indispensable para desempeñarse adecuadamente en la sociedad
y en cualquier grupo humano.
Si te convirtieses en una madre demasiado
tolerante, que dice “sí” a todo, debilitarías el concepto de autoridad y
destruirías por completo la posibilidad de que tu niño adquiera disciplina, una
característica que es necesaria para lograr cumplir objetivos y tener éxito en
diferentes aspectos de la vida. Peor aún, tendrá problemas para aceptar otro
tipo de autoridad en el futuro (maestros, jefes, policías, etcétera), lo que
complicará su desempeño en el ámbito escolar, laboral y social en general.
Por otro lado, es necesario que cuando digas
“no” evites hacerlo por motivos irracionales o porque estás molesta por algo
que no tenga que ver con lo que el niño te está pidiendo. Si no, puedes
producir en el niño el sentimiento de que el ejercicio de la autoridad es algo
sin sentido, y fomentar que lo rechace.
3. Disminuir el egocentrismo
Aunque es natural que los niños
desarrollen un sentido de la personalidad centrado en sí mismos, lo lógico es
que a medida que crezcan vayan descubriendo que no son el centro del universo.
Si le dices “sí” siempre que pida algo, le refuerzas la creencia de que el
mundo gira alrededor de él y de que puede obtener todo lo que quiera, incluso
sin esfuerzo.
Esto le generaría muchos
problemas en el futuro, cuando se enfrente con un ambiente en el que no podrá
conseguir todo lo que se le antoje, por más pataletas que haga. Un niño muy
egoísta y egocéntrico suele tener dificultades en el colegio, y también cuando
se relaciona con otros de su misma edad, y termina siendo apartado por el
grupo.
4.
Animar al esfuerzo
Una forma de potenciar un “no”
ante una solicitud de tu niño es convirtiéndolo en un “sí” condicionado. Ante
la pregunta de si puede ver televisión, podrías responderle: “Sí, cuando
arregles tu habitación”, por ejemplo. De esta forma, él irá aprendiendo que la
mayoría de las cosas que deseamos no son gratis, tienen un precio, y que
depende de nuestro esfuerzo conseguirlas o no.
Así, generarás en tu hijo un
deseo de superación y una confianza en sí mismo que le será muy útil en el
futuro. Por otra parte, harás que se sienta responsable de sus logros,
integrándolo más en la relación madre-hijo, que se convierte así en una vía de
doble sentido, en la que ambos aportan su grano de arena. De lo contrario,
mantendrá una visión de que tú eres siempre la que debe dar y él siempre el que
debe recibir. Eso sí, las tareas o los comportamientos que le encomiendes deben
ser proporcionales a la recompensa. De otra manera, crearás en el niño una
sensación de que alcanzar algo que se desea es demasiado complicado o difícil y
lo desanimarás.
En conclusión, decir “no” a tus
niños en determinadas ocasiones es sano y necesario para el desarrollo adecuado
de su personalidad, pues comprenderá que existen límites y que debe respetar la
autoridad. Asimismo, disminuirá su egocentrismo y entenderá el sentido del
esfuerzo como una necesidad para obtener lo que se desea.
Fuente:
http://www.todobebe.com/4-razones-para-decirles-tus-ninos/
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