sábado, 18 de abril de 2015

La epilepsia es como una descarga eléctrica



La epilepsia es un trastorno neurológico crónico que afecta a personas de todas las edades, se caracteriza por la presencia de crisis recurrentes, de cualquier tipo. La epilepsia puede aparecer a cualquier edad, desde la primera infancia hasta la senectud.

La crisis epiléptica es un fenómeno de aparición brusca de síntomas y manifestaciones clínicas productivas por descargas anormales repentinas de actividad eléctrica del cerebro, en la mayoría de los casos esta alteraciones eléctricas interrumpen las funciones normales cerebrales.

La clínica más llamativa es cuando se afecta la motricidad y la persona afecta sufre una serie de movimientos corporales incorporados de forma repetitiva denominados convulsiones.

Los ataques o crisis focales o parciales son los más comunes y en estas participa solamente en grupo local de neuronas donde la persona puede no perder el conocimiento, pero puedes presentar otros síntomas como confusión, sacudidas y sucesos mentales extraños como alucinaciones.

No en todas las crisis o ataques epilépticos se pierde la conciencia ni se tienen movimientos. Una crisis puede consistir simplemente en desconectarse transitoriamente del medio o realizarse actos repetidos por tiempo prolongado como abrocharse o desabrocharse botones, movimientos de masticación, etc.

Los métodos esenciales para diagnosticar la enfermedad son una historia clínica completa y detallada, un electroencefalograma donde expresa la actividad cerebral del individuo y estudios por imagen como la resonancia magnética en el cual se pueden observar cambios estructurales que estén dando origen a las crisis epilépticas los cuales pueden ser tumores, malformaciones hemorragias, etc. Es fundamental hacer un buen diagnóstico para saber si las crisis son parciales o generalizadas y determinar el tratamiento adecuado por parte de los médicos tratantes.

La epilepsia no se puede prevenir. En caso de la epilepsia tiene una crisis aguda, hay que actuar de inmediato para evitar que el paciente se lesione. Para ayudar a un epiléptico durante una crisis, las medidas adecuadas son:

  • Mantener la calma. Una crisis epiléptica no dura mucho normalmente.
  • Si es posible, mire el reloj y calcule la duración de la crisis. Si el ataque dura más de 5-10 minutos llame al médico.
  • Mantenga fuera de alcance todos los objetos con los que podría lesionarse la persona.
  • No intente sujetar al paciente.
  • No intente dar respiración de boca a boca, no es necesario.
  • Espera hasta que el afectado recupere la conciencia y pregúntale si es necesita ayuda o si quiere que le acompañen a casa.


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