lunes, 14 de marzo de 2016

¿Qué es el parto humanizado?



Con la intención de bajar el número de muertes por parto, hace algunas décadas, la medicina decidió intervenir en el proceso de parto instaurando en forma progresiva una serie de procedimientos como la episiotomía, la cesárea, etc. De esta manera, el parto comenzó a llevarse a cabo en hospitales y no en casa, como se acostumbraba.

Ahora, una serie de iniciativas mundiales apoya la idea del llamado parto humanizado, algo así como volver a los nacimientos en donde la madre y el hijo eran los protagonistas, en un ambiente relajado en donde haya la menor intervención médica posible.

El parto y el nacimiento humanizado son una tendencia mundial en la que se considera la necesidad de que se intervenga lo menos posible en el proceso de dar a luz. Esto significa que los padres pueden decidir aspectos como: el parto que desean tener, en dónde desean tenerlo y quienes pueden estar en el momento.

Adicionalmente, en el parto humanizado no se realizan procedimientos médicos “rutinarios” que en ocasiones son innecesarios como la cesárea, la episiotomía, el rasurado en la mujer del pubis, la desinfección, la estimulación de las contracciones uterinas por medio de medicamentos.

Pero uno de los momentos más importantes del parto humanizado es el vínculo inmediato que, una vez que nace el pequeño, deben tener madre e hijo, esto significa que se debe evitar someter al bebé a cualquier maniobra innecesaria antes de que su madre lo tenga en brazos.
La Organización Mundial de la Salud recomienda varias prácticas en la atención del parto humanizado:

1.- El equipo sanitario debe prestar apoyo emocional.
2.- Libertad de movimiento y posición durante el trabajo de parto.
3.- No hacer episiotomía de rutina.
4.- No hacer rasurado de rutina.
5.- No hacer monitoreo fetal electrónico de rutina.
6.- Permitir toma de líquidos y alimentos en trabajo de parto.
7.- Restringir el uso de oxitocina, analgesia y anestesia.
8.- Limitar la tasa de cesárea al 10-15%, (en México supera el 45%).
9.- Poder decidir sobre la vestimenta (la suya y la del bebé), comida, destino de la placenta y otras prácticas culturalmente importantes.

 El parto en México

Aunque el parto debería ser en la mayoría de los casos un proceso natural y fisiológico, en México en los últimos años, se ha observado un significativo aumento en la práctica de cesáreas, cuatro de cada diez nacimientos son llevados a cabo con este método, muchos de ellos, sin requerirlo. Siendo que en la gran mayoría de los casos (90 %) el parto es un acontecimiento normal, que no requiere ninguna intervención, si bien es cierto que hay una minoría que si necesitará de la actuación médica, muchos de estos casos pueden ser previstos con un buen control prenatal, aunque algunos pocos casos puede presentarse de improvisto, esto justifica que los partos se realicen hoy en hospitales-maternidades equipadas con personal entrenado y equipamiento adecuado para intervenir en forma oportuna, rápida y eficiente.

La Asociación Pro lactancia Materna, (Aprolam), la Confederación Nacional de Pediatría de México, (Conapeme), y Phillips Avent han hecho esfuerzos para que en México se cuenten con espacios en donde llevarse a cabo los nacimientos humanizados. El Dr. Reyes, Presidente de Aprolam señala: “hoy se propugnan los siguientes puntos fundamentales para un parto fisiológico y humanizado: Parto natural, inicio espontáneo y terminación vaginal, demora en el corte del cordón umbilical, cesárea solo en casos seleccionados y a tiempo adecuado, 38 semanas cumplidas o cuando inicie el trabajo de parto, contacto piel a piel, desde el nacimiento la internación conjunta madre hijo a todo tiempo, alimentación a pecho materno exclusivo”.

Maternidades centradas en la familia

 Los beneficios, según el especialista de los partos humanitarios abarcan, incluso el amamantamiento, ya que el contacto piel a piel ayuda a la mujer con el proceso de lactancia inmediata, por lo que el primer alimento que recibe el bebé es la leche de su madre.
Estos y otros beneficios como el de menos dolor al momento del parto hacen que especialistas a nivel mundial pugnen por lo que han llamado “Maternidades centradas en la familia”. En esta nueva visión los esfuerzos se dirigen al bienestar familiar integrado: estructuras que semejan un dormitorio, donde la madre realiza el trabajo de parto en compañía de su esposo, el nacimiento en la misma habitación y el pequeño permanece alojado con su madre, todo esto sin descuidar los controles de médicos y enfermeras, la atenta observación del proceso fisiológico de transición de la vida fetal a la vida independiente para detectar y tratar oportunamente las desviaciones que puedan presentarse.

Contacto piel a piel: sus beneficios

 “El contacto precoz piel a piel del bebé con su mamá, consiste en colocar al recién nacido desnudo en posición boca abajo sobre el torso desnudo de la madre. Históricamente ha sido así para la supervivencia del neonato pero en la actualidad, la mayoría de los bebés nacidos en hospitales son separados rápidamente de la madre”, añade el Presidente de Aprolam.

 El fundamento para el contacto piel a piel se basa en estudios realizados en animales. En la biología de los mamíferos, el contacto con la madre luego del nacimiento es absolutamente necesario para suscitar las conductas innatas del neonato y de la madre que conducen a una lactancia satisfactoria y la supervivencia de la cría; la separación produce llanto y conductas de “protesta”, los estímulos sensoriales como tacto, calor y olor, producen en la madre liberación de hormonas que promueven la formación de leche y las conductas de crianza materna.

Estudios realizados en recién nacidos humanos prueban que al ser colocados en contacto piel a piel inmediatamente después de nacer aparecen conductas innatas específicas de mamíferos, los bebés buscan y localizan el pezón materno, es un período de reconocimiento que predispone y prepara a las madres y a los bebes para desarrollar pautas de interacción sincrónicas y reciprocas que se repiten siempre que estén juntos y en contacto íntimo. Las rutinas hospitalarias postparto suelen perturbar estas conductas innatas.

Se halló que los bebés que permanecieron más de 50 minutos en contacto íntimo presentaron ocho veces más probabilidades de lactar de forma espontánea, mayor calidad y duración de la lactancia, por lo que se cree que este periodo inicial es un componente crítico en lo que respecta al éxito de la lactancia.

En cuanto al temor de que el recién nacido se enfríe, varios estudios han medido la temperatura antes, durante y después del contacto piel a piel demostrando que el bebé mantiene su termorregulación, se produce un paso de calor del cuerpo más caliente (madre) hacia el recién nacido por conducción a través de la superficie de contacto hasta alcanzar un equilibrio térmico.

La utilización de la técnica de contacto piel a piel en forma prolongada ha sido ampliamente usada también en prematuros para reducir la morbilidad y mortalidad, concluyendo que es una práctica alternativa más económica a la terapia convencional para ser aplicada en los prematuros estables, a esta modalidad algunos la llaman “madre canguro”.

Si bien en México aún no está extendida esta nueva concepción del parto, muchos organismos trabajan en su difusión para que sea una realidad pronto en todas las familias mexicanas.


Fuente: http://mibebeyyo.com.mx/parto/que-es-el-parto-humanizado/

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