El desarrollo de un bebé ocurre ante mamá y papá que acompañan su crecimiento y nutren su aprendizaje con grandes dosis de amor. Viven cada momento con curiosidad y asombro hasta que surge un comportamiento en su hijo que les lleva a preguntarse si lo que observan es normal. El especialista más cercano resulta ser casi siempre el médico pediatra, quien vigila la salud física del niño y descarta cualquier posibilidad de enfermedad que pueda afectarle; éste sería el indicado en derivar a los padres hacia una asesoría psicológica cuando las conductas del niño o de los mismos padres parezcan más un asunto de salud emocional o mental que requiere otro tipo de intervención profesional.
Mi hijo no está loco
En nuestra cultura tenemos la idea distorsionada de que acudir al psicólogo es sinónimo de aceptar estar locos y no estamos dispuestos a arriesgarnos y acudir para confirmar este miedo o descartarlo, mucho menos a creer que nuestro hijo pueda beneficiarse al acudir a éste, pero es que poco sabemos de lo que hace un especialista en la materia y de cuánta ayuda nos puede brindar.
Cryanza consultó al Lic. Claudio Chejfec Samich, psicólogo infantil, director del Centro Psicopedagógico Creeser, para conocer en qué ocasiones acuden los padres por una asesoría y en qué momentos resulta conveniente un acompañamiento profesional en la crianza de los niños.
Hay algo que no falla,-dice Claudio- la sensación en la piel que tienen las mamás cuando algo no anda bien con su hijo. Y él les pregunta directamente a los padres que acuden a su consultorio:
Usted…¿Qué siente en la noche cuando se acuesta? ¿Siente que su hijo no anda bien? ¿Ve a su hijo feliz?
Cuando le responden que en efecto mamá tiene la sensación de que algo no va bien con respecto a su hijo o el padre confirma que su hijo no se ve feliz, es seguro que es necesaria una intervención, ya que los niños por naturaleza se ven felices.
Muchas de las consultas que reciben los psicólogos de niños en edad preescolar tienen que ver con las conductas que estos presentan, algunas otras tienen que ver con las expectativas de su aprendizaje en la escuela, se espera que ya dominen –entre otras habilidades- la lectoescritura: saber las letras y los números en español y en inglés, por ejemplo.
¿Cuál es el problema?
Esto es lo que regularmente los padres que buscan a un psicólogo infantil observan en su hijo:
Se porta mal: no quiere saludar o no quiere jugar con los otros niños, está molesto o no deja de moverse.
No aprende: : la maestra les ha indicado que el niño no avanza en lo que se espera que domine en la escuela, habla poco o mal.
Recomendaciones
Se sugiere definitivamente la orientación a la familia por parte del psicólogo infantil en las siguientes ocasiones:
Cuando muere alguien abruptamente dentro del seno familiar.
Cuando se recibe la noticia de una enfermedad terminal en un miembro de casa.
Cuando ha ocurrido un accidente que involucre a los familiares del niño.
Cuando se vivió un secuestro en la familia.
No existe la prevención en el área psicológica en niños –señala el Lic. Chejfec- la única forma en la que puede intervenir un profesional es cuando ocurre un hecho, cuando hay una demanda por parte del niño que es interpretada por un adulto –agregó-.
Existen circunstancias en las que el especialista puede sugerir diversos abordajes a los padres con respecto a sus hijos como para saber comunicarles noticias como:
Cuando va a nacer un nuevo hermanito.
Cuando los padres se van a divorciar.
El área de intervención del psicólogo especialista en niños abarca un tema muy amplio en el que puede tener muy buena injerencia dentro del ámbito del crecimiento de la familia -concluye Claudio Chejfec-.
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