martes, 13 de enero de 2015

MENTE SANA EN CUERPO SANO: LA DIETA DEL CEREBRO


No hay que ser un genio para poner a funcionar el cerebro como debe ser. Trucos sencillos como viajar, comer ácidos grasos y hasta bailar permiten que el cerebro no envejezca antes de tiempo y puedas mantenerlo activo. Pon a prueba tu inteligencia con estos consejos y rompe mitos acerca de este motor que tenemos que ejercitar.
Es hora de ponerlo a trabajar, y la cosa no es solamente leyendo o resolviendo ecuaciones matemáticas: al cerebro hay que entrenarlo para que funcione correctamente y los años no le jueguen malas pasadas. No se trata de quién es más inteligente o no: muy pocas de sus zonas no se activan ante algún estímulo, según investigadores, por lo que aún queda mucho por hacer para que tus neuronas entren en acción.
1. Ocio e interacción social: ¿Quién dijo que “perder el tiempo” te convierte en una buena para nada? Está comprobado: la acción de la socialización ejercita tu memoria. Contar chismes, adelantar el cuaderno con amigas que no ves hace un buen tiempo, opinar en una discusión, dar consejos, hablar por teléfono por un buen rato o hablar con desconocidos, organizar una fiesta o un evento en tu oficina, son actividades que te piden una mayor recordación de detalles simples al ser importantes dentro de tu vida social. Otras como practicar hobbies y aquellas a las que le dedicas mucho tiempo por mero gusto, causan gran cantidad de placer, el mismo que ayuda al cerebro a fortalecerse y a motivar la producción de endorfinas. Esto promueve la realización de más destrezas. Por su parte, las actividades culturales como visitar museos, ver/escuchar/leer noticias o asistir a conciertos, ayudan a evitar el estrés y esto detiene el desarrollo de varias patologías cerebrales que se producen por esa causa.
2. Moviendo el esqueleto: La actividad física frecuente y juiciosa promueve el flujo de sangre al cerebro y esto motiva el crecimiento de células cerebrales nuevas. La necesidad de permanecer activa lo más que puedas no es solo para poner tu cuerpo en forma: el taponamiento de las arterias del corazón puede causar daños irreparables.  Bien lo cita una ley universal: “lo que le hace bien al corazón, le hace bien al cerebro”
3. Viajando ando y al cerebro motivando: Uno los ejercicios  más dinámicos y, aceptémoslo, realmente divertidos para estimular este músculo es viajando. ¿Qué más agradable que pasear para poder agudizar la mente? Dejar la rutina y vivir nuevas situaciones novedosas ayuda a la memoria. Un escenario diferente, como una ciudad que no conocías, un pueblo que hace tiempo no visitas o recorrer un lugar diferente cada fin de semana estimulan tu mente de manera rápida y lúdica. Cuando se trata de un viaje largo, cosas como  planificar un itinerario, investigar sobre el destino que vas a visitar o interactuar con una mueva cultura (vocabulario, costumbres, lenguaje, etc.) le permite a tu cerebro interpretar nuevas experiencias y basarse de conocimientos antiguos para poder comprender y actuar de acuerdo a su propio raciocinio. Contar la experiencia a tus amigos y revivir un viaje también es un excelente ejercicio.
4. ¡Todos a jugar!: Pasatiempos como crucigramas, sopas de letras, rompecabezas, resolver sudokus, jugar cartas o dominó, ajedrez o cualquier juego que te ponga a crear estrategias para resolver problemas, te pide que armes secuencias lógicas que ponen a trabajar ambos hemisferios del cerebro.
5. Bailar para ser más inteligente: Coordinar movimientos con la pareja de baile, seguir un compás musical, motricidad y sistematizar estas dos acciones en determinados tiempos, hace que el cerebro envíe diferentes instrucciones al cuerpo al mismo tiempo. Una investigación del Albert Einstein College of Medicine afirmó que el baile disminuye el riesgo de demencia por su complejidad y promueve el flujo de sangre del cerebro al todo el cuerpo. Por ejemplo, bailar tango, según expertos, mejora la postura física, la manera de caminar, el estado cognitivo y el equilibrio motor de quienes llevan practicándolo por varios años.
6. Come cerebro, come: Los altos niveles de vitaminas y ácidos grasos omega 3 permiten un mejor funcionamiento de las capacidades mentales. Una dieta con la ingestión constante de frutas y verduras como la soja, los aceites de canola, el pescado, la cebolla, el huevo, la espinaca, la remolacha, las ciruelas, las naranjas y casi toda la gama de frutas cítricas, entre otros alimentos que contienen antioxidantes y vitaminas B,C, D y E (incluyendo el vino y el té), promueven la capacidad de razonamiento. Estos nutrientes protegen el cerebro y no permiten su encogimiento
Sabías que...
No existe un solo tipo de cerebro. Una investigación publicada en la revista New Scientist explica que existen dos clases: el de los hombres y el de las mujeres. La forma diferente de pensar tanto de unos como de otros no se debe exclusivamente a la función de las hormonas. Los cerebros masculinos y femeninos  tienen estructuras genéticas distintas y diferencias anatómicas.
• El cerebro está hecho para pecar. Según estudios hechos por centros de neurología en el 2010, la naturaleza nos impulsa a pecar y portarnos mal. El sistema límbico  (cuya función es la de procesar respuestas fisiológicas frente a estímulos emocionales) se activa cuando vemos algo que nos gusta, así sepamos que “está mal hecho”. Aquí se involucran fuertemente el placer y las ansias.
• El  mito del cerebro: solo usamos el 10% del mismo. Según la creencia popular, tenemos un 90% de capacidad cerebral “dormida”. Mentira. Una actividad tan sencilla como apretar un puño, según científicos, necesita mucho más del 10% del cerebro gracias a la gran cantidad de neuronas que entran en acción con tan solo contraer los músculos de nuestros dedos y palma de la mano.
Fuente: http://www.fucsia.co/belleza-y-salud/articulo/cuerpo-sano-mente-sana-dieta-del-cerebro/27380#.VK15BdKG-So



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