No hay que ser un genio para poner a funcionar el cerebro como debe ser.
Trucos sencillos como viajar, comer ácidos grasos y hasta bailar permiten que
el cerebro no envejezca antes de tiempo y puedas mantenerlo activo. Pon a
prueba tu inteligencia con estos consejos y rompe mitos acerca de este motor
que tenemos que ejercitar.
Es hora de ponerlo a trabajar, y la cosa no es solamente leyendo o
resolviendo ecuaciones matemáticas: al cerebro hay que entrenarlo para que
funcione correctamente y los años no le jueguen malas pasadas. No se trata de
quién es más inteligente o no: muy pocas de sus zonas no se activan ante algún
estímulo, según investigadores, por lo que aún queda mucho por hacer para que
tus neuronas entren en acción.
1. Ocio e
interacción social: ¿Quién dijo que “perder el tiempo” te convierte en una buena para
nada? Está comprobado: la acción de la socialización ejercita tu memoria.
Contar chismes, adelantar el cuaderno con amigas que no ves hace un buen
tiempo, opinar en una discusión, dar consejos, hablar por teléfono por un buen
rato o hablar con desconocidos, organizar una fiesta o un evento en tu oficina,
son actividades que te piden una mayor recordación de detalles simples al ser
importantes dentro de tu vida social. Otras como practicar hobbies y aquellas a
las que le dedicas mucho tiempo por mero gusto, causan gran cantidad de placer,
el mismo que ayuda al cerebro a fortalecerse y a motivar la producción de
endorfinas. Esto promueve la realización de más destrezas. Por su parte, las
actividades culturales como visitar museos, ver/escuchar/leer noticias o
asistir a conciertos, ayudan a evitar el estrés y esto detiene el desarrollo de
varias patologías cerebrales que se producen por esa causa.
2. Moviendo el
esqueleto: La actividad física frecuente y juiciosa promueve el flujo de sangre al
cerebro y esto motiva el crecimiento de células cerebrales nuevas. La necesidad
de permanecer activa lo más que puedas no es solo para poner tu cuerpo en
forma: el taponamiento de las arterias del corazón puede causar daños
irreparables. Bien lo cita una ley
universal: “lo que le hace bien al corazón, le hace bien al cerebro”
3. Viajando ando y
al cerebro motivando: Uno los ejercicios más dinámicos
y, aceptémoslo, realmente divertidos para estimular este músculo es viajando.
¿Qué más agradable que pasear para poder agudizar la mente? Dejar la rutina y
vivir nuevas situaciones novedosas ayuda a la memoria. Un escenario diferente,
como una ciudad que no conocías, un pueblo que hace tiempo no visitas o recorrer
un lugar diferente cada fin de semana estimulan tu mente de manera rápida y
lúdica. Cuando se trata de un viaje largo, cosas como planificar un itinerario, investigar sobre el
destino que vas a visitar o interactuar con una mueva cultura (vocabulario, costumbres,
lenguaje, etc.) le permite a tu cerebro interpretar nuevas experiencias y
basarse de conocimientos antiguos para poder comprender y actuar de acuerdo a
su propio raciocinio. Contar la experiencia a tus amigos y revivir un viaje
también es un excelente ejercicio.
4. ¡Todos a jugar!: Pasatiempos como
crucigramas, sopas de letras, rompecabezas, resolver sudokus, jugar cartas o
dominó, ajedrez o cualquier juego que te ponga a crear estrategias para
resolver problemas, te pide que armes secuencias lógicas que ponen a trabajar
ambos hemisferios del cerebro.
5. Bailar para ser
más inteligente: Coordinar movimientos con la pareja de baile, seguir un compás musical,
motricidad y sistematizar estas dos acciones en determinados tiempos, hace que
el cerebro envíe diferentes instrucciones al cuerpo al mismo tiempo. Una
investigación del Albert Einstein College of Medicine afirmó que el baile
disminuye el riesgo de demencia por su complejidad y promueve el flujo de
sangre del cerebro al todo el cuerpo. Por ejemplo, bailar tango, según
expertos, mejora la postura física, la manera de caminar, el estado cognitivo y
el equilibrio motor de quienes llevan practicándolo por varios años.
6. Come cerebro,
come: Los altos niveles de vitaminas y ácidos grasos omega 3 permiten un
mejor funcionamiento de las capacidades mentales. Una dieta con la ingestión
constante de frutas y verduras como la soja, los aceites de canola, el pescado,
la cebolla, el huevo, la espinaca, la remolacha, las ciruelas, las naranjas y
casi toda la gama de frutas cítricas, entre otros alimentos que contienen
antioxidantes y vitaminas B,C, D y E (incluyendo el vino y el té), promueven la
capacidad de razonamiento. Estos nutrientes protegen el cerebro y no permiten
su encogimiento
Sabías que...
• No existe un solo tipo de
cerebro. Una investigación publicada en la revista New Scientist explica
que existen dos clases: el de los hombres y el de las mujeres. La forma
diferente de pensar tanto de unos como de otros no se debe exclusivamente a la
función de las hormonas. Los cerebros masculinos y femeninos tienen estructuras genéticas distintas y
diferencias anatómicas.
• El cerebro está
hecho para pecar. Según estudios hechos por centros de neurología en el 2010, la
naturaleza nos impulsa a pecar y portarnos mal. El sistema límbico (cuya función es la de procesar respuestas
fisiológicas frente a estímulos emocionales) se activa cuando vemos algo que
nos gusta, así sepamos que “está mal hecho”. Aquí se involucran fuertemente el
placer y las ansias.
• El mito del cerebro: solo usamos el 10% del
mismo. Según la creencia popular, tenemos un 90% de capacidad cerebral
“dormida”. Mentira. Una actividad tan sencilla como apretar un puño, según
científicos, necesita mucho más del 10% del cerebro gracias a la gran cantidad
de neuronas que entran en acción con tan solo contraer los músculos de nuestros
dedos y palma de la mano.
Fuente: http://www.fucsia.co/belleza-y-salud/articulo/cuerpo-sano-mente-sana-dieta-del-cerebro/27380#.VK15BdKG-So
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