Autores: Patricia Beatriz Denis Rodríguez, José Siliceo
Benítez y Andrés Hermida Moreno
La muerte es un hecho
trascendental que pone fin a la vida y que suscita en el hombre las más grandes
reflexiones y profundas preguntas. El mundo occidental se caracteriza por tener
la incertidumbre de la muerte, y con frecuencia sentimos temor de morir, aunque
de antemano sabemos que es el único porvenir seguro que tenemos como seres
humanos.
Filósofos y pensadores
importantes que han existido a lo largo de los tiempos, como Platón,
Aristóteles o Epicuro, han tenido como objetivo dilucidar el significado de la
muerte y auxiliar al ser humano en su temor frente a ella. Las religiones o
creencias en torno a la vida, como las de los judíos, cristianos, hinduistas,
budistas y demás, tienen variados conceptos y rituales de la muerte, pues
algunos creen en la posibilidad de la reencarnación o la resurrección, o de una
vida eterna en el cielo o en el infierno.
El sentido de la muerte en el
México prehispánico y en nuestras etnias actuales está ligado a ciertos dioses
y a la vida después de la muerte; de hecho, el mexicano actual ha llenado su
mundo de mitos y leyendas, de poemas, canciones, dichos populares y de una
mezcla de temor y humor; incluso se dice que nos burlamos de la muerte o reímos
de miedo, pero ¿estamos preparados para morir o para perder a un ser querido?
Seguramente la respuesta será un rotundo no.
La muerte es un proceso natural
de la vida, tan cotidiano como el nacimiento de un nuevo ser; el problema está
cuando nos toca de cerca, pues en ese momento atravesamos por una serie de
sentimientos tales como fragilidad, vulnerabilidad y amargura, los cuales no
estamos preparados para enfrentarlos y vivir con ellos; la mente reacciona de
manera diferente cuando este trágico suceso llega a nuestras vidas, y entonces
las reacciones son intensas, con cambios psicológicos, conductuales y
emocionales que marcan la vida por lapsos variables.
El duelo es el proceso que cada
ser humano experimenta de diferentes formas e intensidades que varían según la
edad, el sexo, el vínculo afectivo, la fortaleza emocional y espiritual y hasta
la cultura a la que pertenecemos.
La finalidad del duelo es
recuperarse de la manera más saludable en el tiempo más corto posible y
alcanzar en ese tiempo el equilibrio emocional, y no transcurrir de un duelo
considerado “normal” a padecer un duelo patológico, que es cuando se vive y se
reacciona con sentimientos y emociones desproporcionados a los que se esperan
cuando un ser amado muere. Este tipo de duelo requiere ayuda profesional
inmediata.
Las etapas del duelo europeo
difieren de las del mexicano y, en general, de las del latino, según opina la
doctora Elisabeth Kübler-Ross, quien es considerada como la madre de la
tanatología. Propone que la elaboración del duelo ocurre en cinco etapas:
negación y aislamiento, ira, regateo, depresión y, finalmente, aceptación. En
México, el doctor Alfonso Reyes Zubiría tiene una visión distinta respecto del
proceso de duelo y de las emociones anteriormente descritas. Al mexicano
–señala– lo caracteriza la religiosidad y el apego a la familia, ingredientes
que lo hacen vivir estas etapas de manera distinta al europeo; refiere sentir
una gran tristeza a lo largo del proceso de duelo, pero la religiosidad hace
que alcance en la mayoría de los casos la aceptación mediante la fe. Las etapas
que el mexicano vive son, entonces, la depresión, la ira, el perdón y la
aceptación.
En ocasiones es posible sufrir
síntomas idénticos a los de un proceso de duelo sin que se haya padecido la
muerte de un ser querido debido a la ocurrencia de sucesos que pueden
desencadenarlos, como una enfermedad incurable o terminal, un divorcio, la
pérdida del trabajo o de un miembro anatómico, la ruina económica, una
decepción amorosa, la prisión o un fracaso profesional, entre otros. El
tanatólogo deberá asistir a estas personas para que logren la aceptación del
hecho en estos casos, y orientar a la familia a vivir un proceso de duelo lo
más saludable posible y en el menor tiempo, si hubiese ocurrido la muerte de un
ser querido.
La tanatología es una disciplina
científica que estudia las conductas que pueden representar una amenaza para la
vida; es una ciencia multidisciplinaria de la que hoy se habla más frecuente-
mente y que tiene resultados considerablemente útiles.
En la actualidad, hay un gran
número de personas preparadas para ayudar a curar el dolor del proceso de
morir, tanto en el enfermo como en la familia. El trabajo tanatológico no
termina con la muerte de alguien, sino que continúa hasta que el familiar
concluye su trabajo de duelo y llega a la verdadera aceptación de la muerte de
su ser querido.
Para el lector interesado
- Polo S., M.A. (2004).
Tanatología con enfoque gestalt y humanista. México: Taller Abierto.
- Rojo de la Vega, J. y Negrete,
P. (2004). Un pésame para consolar. México: Diana.
- Rojas P., S. (2005). El manejo
del duelo. México: Norma.
- Levinstein, R. (2005). Cuando
alguien se va. México: Panorama.
Fuente: http://www.uv.mx/cienciahombre/revistae/vol22num2/articulos/tanatologia/
0 comentarios:
Publicar un comentario