Autor: Carlos Canché
Era 1991 cuando la actriz Julia
Roberts estrenaba la película Durmiendo con el enemigo (Sleeping with de
Enemy, Dir. Joseph Ruben) donde a manera
de película de suspenso se retrataba la vida de Laura Burney, víctima de abuso
de su propio esposo al grado de tener que fingir su propia muerte para escapar
de su marido siendo esto último insuficiente pues finalmente la encuentra. Once
años más tarde la cantante Jennifer López en su faceta como actriz,
protagonizaría la película Nunca Más (Enough, Dir. Michael Apted) donde
nuevamente una mujer es víctima de la violencia de su propio esposo, ante lo
cual la mujer decide aprender a boxear para defenderse del hombre que eligió
para vivir en pareja y que se convirtió en su verdugo.
Más recientemente la cadena
Discovery estrenó en su canal dedicado a la mujer la serie ¿Con quién %&#
me casé?, donde se dramatizan casos reales de mujeres que creen haber
encontrado al hombre de sus sueños pero resulta que su vida se convierte en un
verdadero infierno cuando descubren que el príncipe azul es en realidad el
villano de la historia.
El cine y la televisión se han dedicado a proyectar la
violencia ejercida por los hombres hacia sus propias parejas, pero en estos
casos la realidad siempre supera a la ficción y en una sociedad como la
mexicana, pareciera que es el pan nuestro de cada día y a pesar de que se firmen
acuerdos internacionales, en la práctica se hace muy poco al respecto.
La Organización de las Naciones
Unidas decretó el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación
de la Violencia contra la Mujer. En su mensaje el Secretario General Ban
Ki-moon expresó: Acojo con beneplácito el coro de voces que piden que se ponga
fin a la violencia que afecta a alrededor de una de cada tres mujeres a lo
largo de su vida. Aplaudo a los dirigentes que están ayudando a promulgar leyes
y a hacerlas cumplir, y a cambiar mentalidades. Rindo homenaje, además, a todos
los héroes en el mundo que ayudan a las víctimas a sanar y a convertirse en
agentes de cambio.
De acuerdo a las cifras de este
organismo, la violencia contra la mujer sigue siendo una pandemia global. Hasta
un 70% de las mujeres sufren violencia en su vida y en los Estados Unidos por
ejemplo, el coste de la violencia doméstica supera los 5.800 millones de
dólares anuales, de los que 4.100 millones corresponden a servicios médicos y
sanitarios. A la vez, las pérdidas de productividad suponen cerca de 1.800
millones de dólares.
En nuestro país las cifras no son
nada alentadoras. De acuerdo a un estudio llevado a cabo por el INEGI, de cada
100 mujeres en México, 47 reportan hechos de violencia por parte de su pareja,
mientras que el 53 restante no mencionan este tipo de hechos durante los
últimos 12 meses previos al estudio.
Se identifican las siguientes
cuatro formas de violencia:
1. La emocional o psicológica, que comprende actos que atentan
contra la psique de la mujer, como menosprecio, intimidación, humillación,
etc.;
2. La económica, que son hechos encaminados a controlar los
recursos económicos del hogar para presionar a la mujer, con acciones como
amenazar con no aportar para los gastos domésticos, o criticar a la mujer por
la forma en que administra tales gastos;
3. La violencia física,
que afecta la integridad corporal de la mujer, como empujones, patadas, golpes,
aventones, etc.; y
4. La violencia sexual, cuyo fin es la obtención de relaciones
sexuales sin el consentimiento de la mujer.
Respecto a la anterior clasificación,
que el mismo INEGI califica de arbitraria con fines netamente estadísticos y
prácticos para el estudio, el organismo puntualiza lo siguiente: debe
considerarse que por lo común las agresiones masculinas hacia su pareja son
diversas, que violenta a través de distintos hechos, los que no se limitan a un
solo tipo ni a una sola clase de violencia dela clasificación propuesta. Una
mujer puede experimentar únicamente una clase de violencia, pero también dos o
más a la vez.
De las mujeres violentadas, la
agresión más común es la violencia emocional siendo esta la que permea para que
se susciten otro tipo de hechos, posteriormente la violencia económica, seguida
de la física y por último la sexual. Sin embargo la anterior categorización
corresponde a los datos de mujeres que han sufrido más de un tipo de violencia
por lo que para fines del estudio, se reportan los siguientes porcentajes de
mujeres agredidas por tipo de violencia:
·
Violencia
emocional únicamente: 29.5%
·
Violencia
económica con emocional o solo económica: 40.6%
·
Violencia
física con emocional y/o económica o solo física: 13.1%
·
Violencia
sexual con uno o más de los tres tipos de violencia o solo sexual: 16.8%
El estudio encontró varios hechos considerados como violentos para cada una de estas cuatro categorías y además hizo la medición
de dos aspectos importantes en cada una de estas manifestaciones de la
violencia: la frecuencia con la que ocurren y la percepción valorativa que
tienen las mujeres sobre estos hechos.
Violencia emocional
Entre los tipos de violencia
emocional más mencionados se encuentran los siguientes hechos: Él le ha dejado
de hablar (48.9%), Teniendo tiempo de ayudar, le ha dejado todas las tareas del
hogar y la atención de los hijos (33.9%), Se ha enojado mucho porque no está
listo el qué hacer, o cree que no cumplió con sus obligaciones (22.4%). La
percepción valorativa para estos hechos para la mayoría de las entrevistadas es
que No tiene importancia, seguida por un porcentaje menor que opina que es un
hecho grave, siendo las menos las que los consideran muy grave, en cuanto a las
amenazas de muerte a ella o a los hijos
o con armas, la mayoría coincide en que son hechos muy graves, aunque estos
hechos de acuerdo al estudio son los de menor frecuencia.
Violencia económica
Los casos de violencia económica
más comunes son aquellos en donde Él le
ha reclamado a ella cómo gasta el dinero (47.3%), Él le ha prohibido a ella
trabajar o estudiar (35.8%), Aunque él tenga dinero ha sido codo o tacaño con
los gastos de la casa (29.5%) y el hecho de que Él se ha gastado el dinero que
se necesita para la casa (22.9%), siendo este último considerado como grave
para la mayoría de las entrevistadas que ha sufrido este tipo de violencia en
comparación con los otros que son considerados sin importancia.
Violencia física
Entre los hechos con mayor
frecuencia donde la mujer ha sido violentada de manera física se hallaron los
siguientes: La ha empujado o le ha jalado el pelo (73.9%), La ha golpeado con
la mano o con algún objeto (51.1%), Él le ha aventado algún objeto (22.0 %), La
ha pateado (17.3%). Aunque la mayoría de las mujeres considera estos hechos
como graves o muy graves, algunas mujeres los consideran sin importancia.
Violencia sexual
Recordemos que la violencia
sexual aunque es de los hechos violentos menos frecuentes siempre va acompañada
de cualquiera de los otros tres tipos de violencia. Los hechos más reportados
son: Él le ha exigido tener relaciones sexuales aunque ella no quiera (93.9%),
Él la ha obligado a hacer actos sexuales que a ella no le parecen (31.5%) y Él
ha usado su fuerza física para obligarla a tener relaciones sexuales (28.5%).
Las mujeres que son víctimas de este tipo de violencia aunado a que han
experimentado también alguno de los otros son más propensas a considerar cualquiera
de estos hechos como grave o muy grave, aunque existan porcentajes muy mínimos
que los consideran sin importancia que aunque no sean representativos para la
muestra por el tipo de hecho el estudio los considera. Un 26.7% de estas
mujeres han pensado en suicidarse.
Consideraciones finales
El estudio también revela que la
mayoría de las mujeres (81%) no denuncia los hechos de violencia física o
sexual, las que lo hacen acuden en su mayoría al ministerio público. Las
mujeres reportan que después de la denuncia la relación mejoró (36.3%) o que mejoró un poco (29.5%), pero otras
reportan que siguió igual (20.3%), aunque un 23 % retiró la demanda o no siguió
con los trámites. También es importante señalar que en promedio la mitad de las
mujeres que sufren violencia no platican o piden ayuda sobre estos hechos
mientras que la otra mitad si lo hace.
Lo cierto es que la violencia
hacia la mujer es un hecho que en nuestro país viene acompañado de distintos
factores entre los que se encuentran por un lado una sociedad tradicionalmente
machista donde los roles para la mujer y el hombre están definidos como
dedicada al hogar y los hijos y proveedor del ingreso económico
respectivamente, trastocarlos o cambiarlos como ocurre en las últimas décadas
intervienen en los hechos de violencia del hombre contra su propia pareja.
Distintos hechos como la edad a la que se casan las mujeres o el número de
hijos en la familia así como el nivel educativo y de ingresos, aunque no son la
causa de los hechos de violencia confluyen para originarlos. Lo verdaderamente
preocupante es que aunque existan los medios para denunciar este tipo de hechos, la
mayoría de las mujeres no lo hace y
consideran que es mejor callarlo con la idea de que no volverán a ocurrir,
vamos ni siquiera consideran pedir ayuda o platicarlo con amigos o familiares,
peor aún aquellas que no lo consideran
un hecho grave.
En el marco del Día Internacional
para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, le invitamos a reflexionar
sobre estos hechos, sobre qué le estamos
enseñando a nuestros hijos y cómo podemos ayudar a las mujeres cercanas a
nuestro entorno que se encuentran inmersas en estos hechos para que den el
primer paso: romper el silencio.
Fuentes:
Mujeres violentadas por su pareja
en México, con base en la información que proporciona la Encuesta Nacional
sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares, 2003 (ENDIREH), INGEI.
El estudio completo lo puede
descargar en el siguiente vínculo:
Internet Movie Data Base www.imdb.com